FASCINATION ABOUT PODER DE LA PALABRA

Fascination About poder de la palabra

Fascination About poder de la palabra

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Además, debemos ser conscientes de cómo nuestras palabras pueden afectar nuestra propia vida. En Proverbios 12:18 leemos: «Hay quienes hablan como quien hiere con espada, pero la lengua de los sabios sana».

Las afirmaciones son las palabras que te dices a ti mismo o que otros te dicen que crees, piensas y que se manifiestan.

Por lo tanto, es importante que cuidemos y nutramos nuestro corazón, llenándolo de la Palabra de Dios y permitiendo que su Espíritu nos transforme. Solo entonces podremos utilizar nuestras palabras como un instrumento del amor y la gracia de Dios.

Es very important que usemos nuestras palabras con responsabilidad y sabiduría. Debemos ser conscientes de cómo nuestras palabras pueden reflejar nuestro testimonio como seguidores de Cristo.

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu son vida”

Nuestras palabras pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas en nuestras vidas y en la vida de los demás.

La Biblia nos anima a ser generosos con nuestras palabras y a usarlas para edificar y fortalecer a los demás. En Colosenses four:six, se nos insta a «hablar siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno».

La Biblia nos exhorta a usar nuestras palabras de manera responsable y sabia. En Efesios four:29, se nos dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes».

La Biblia nos advierte que un día daremos cuenta de cada palabra que hayamos hablado. Mateo 12:36 nos dice: «Pero os digo que de toda poder de la palabra palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio».

Jesús nos recuerda que las palabras que decimos son en realidad el reflejo de nuestro corazón (Mateo 12:34-35). Cuando nos convertimos en cristianos, se espera que haya un cambio en la forma de hablar, porque vivir para Cristo cambia la manera en que elegimos nuestras palabras.

También se nos anima a utilizar nuestras palabras para bien en Efesios 4:29, donde se nos dice que nuestras palabras deben ser «útiles para la edificación según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que oyen».

Es importante destacar que el poder de las palabras no radica únicamente en su significado literal, sino también en el poder que tienen para influir en nuestras acciones y en las acciones de los demás.

En lugar de criticar o juzgar, debemos buscar formas de animar y apoyar a los demás con nuestras palabras. Romanos fourteen:19 nos insta a «seguir lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación». Esto implica que nuestras palabras deben promover la armonía y la unidad entre las personas.

Recordemos que un día daremos cuenta de cada palabra que hayamos hablado ante Dios. Debemos ser conscientes de esto y usar nuestras palabras para honrar a Dios y beneficiar a los demás.

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